Quizá tú eres el problema, no ella
Si piensas que esa minifalda o ese top son una invitación, tú eres el problema, no ella. Si piensas que para acostarte con una mujer necesitas firmar un contrato, tú eres el problema, no ella.
Leer másSi piensas que esa minifalda o ese top son una invitación, tú eres el problema, no ella. Si piensas que para acostarte con una mujer necesitas firmar un contrato, tú eres el problema, no ella.
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