Afectada por el anticonceptivo ‘Essure’: «Nos toman por locas»

Infecciones, inflamación en el vientre, desajustes en los ciclos menstruales, dolor intenso, desánimo… “Ha destrozado mi vida”, afirma Susana Vázquez, una de las afectadas. Recientemente Sanidad ha ordenado temporalmente su retirada en España, aunque muchos sanitarios aún niegan que el malestar de las usuarias se deba a los implantes.

Ha estado a punto de separarse de su pareja. No ha podido mantener relaciones porque resultaba muy doloroso, casi no salía y disfrutaba con sus dos hijos. “Siento que me han destrozado la vida. Tengo la sensación de desasosiego, ¿qué me pasa, qué le está pasando a mi cuerpo?”. Esta desazón es la que hace casi cuatro años embarga a Susana Vázquez, afectada por los anticonceptivos ‘Essure’, y coordinadora de la Plataforma Libre de Essure en Andalucía.

En una reunión informativa previa a la intervención ella advirtió a los especialistas de que era alérgica a la bisutería. “Me respondieron que si había comido conservas, que yo no era alérgica al níquel, y me quedé más tranquila, por ignorante”.  En marzo de 2013 le colocaron los ‘Essure’. Y empezó la penitencia.

En seguida sus reglas comenzaron a ser muy abundantes, con cada menstruación el ánimo le cambiaba, sentía desgana, mucho cansancio, dolor en todo el cuerpo. En un principio su ginecólogo lo achacó “a cambios por la edad”, según le dio a entender los desarreglos de la menopausia le acechaban a sus 35 años. Susana salió de la consulta sin poderlo creer.

Posteriormente, el flujo menstrual disminuyó pero los ciclos se acortaron a unos 20 días. Luego comenzaron los vómitos, los dolores en el vientre y reglas todavía más abundantes. La paciente, natural de Córdoba, descubrió que en Estados Unidos había afectadas con los mismos síntomas, ya en 2013 varias pacientes habían sido operadas por los efectos negativos de ese método anticonceptivo.

En 2015 un grupo de mujeres afectadas por este método anticonceptivo creó una asociación que hoy día está constituida como plataforma. Sólo en Córdoba se han realizado 8.000 implantes de los cuales unas 200 están en lista de espera para que les sean retirados, según Vázquez, a la que el personal hospitalario ha confirmado que operan a una o dos afectadas ajenas a la organización cada semana.

La cordobesa expuso a su ginecólogo la posibilidad de que su malestar estuviese relacionado con los ‘Essure’, pero éste seguía defendiendo que se trataba una mera cuestión de edad u otras razones. Sin embargo, tras estudiar y analizar a fondo a la paciente le detectaron infección e hidrosalpinx (alteración de la trompa de Falopio caracterizada por la obstrucción y acumulación de líquido en su extremo, que hace que la trompa se dilate y se distienda, complicando su  e incluso impidiendo su correcta función).

“No sé que había ahí abajo, el médico me dijo que tenía siete u ocho bichitos. Yo nunca había tenido nada de eso, siempre he sido muy sana”. El doctor por fin accedió a retirarle los implantes con la condición de que en el informe constase que sería a petición de la paciente. Esto mismo ha sucedido con otras afectadas. No era un antojo suyo, insiste, “sino por mi salud”.

En enero de 2016 se los retiraron, cuando ya tenía la anemia por los suelos y un dolor insoportable, pero no fue examinada por el doctor hasta los nueve meses posteriores a la extracción. “Me daban largas”. Todo ello a pesar de que seis meses después de serle extraído los ‘Essure’ sentía molestias en el vientre de las que informó al doctor en la revisión. En la radiografía se apreciaban dos puntitos que, siempre según la versión de la afectada, a los que el facultativo restó importancia y denominó calcificaciones. “Me puse contenta porque no eran restos. La sorpresa me la llevo cuando una de las doctoras me pregunta si sé que tengo parte del ‘Essure’ en los cuernos uterinos”.

El doctor por fin accedió a retirarle los implantes con la condición de que en el informe constase que sería a petición de la paciente. Esto mismo ha sucedido con otras afectadas. No era un antojo suyo, insiste, “sino por mi salud”

Su ginecólogo considera que no merece la pena volver a intervenir y perder el útero. A partir de ahí su estado empeoró aún más requiriendo aportes de hierro en sangre y meses después se percatan de que tiene quistes en los ovarios. “Me lo vieron los especialistas de digestivo. No sé para que está la consulta de ginecología, eso tampoco lo habían visto. Están jugando con nosotras”. En la actualidad, Susana se encuentra en lista de espera para extirparle el útero.

El pasado 7 de agosto la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, ordenó la retirada de este anticonceptivo por no tener en vigor el certificado CE, después de que la compañía encargada de su distribución en España, Bayer Hispania, se lo le ha notificado.

Mientras, tras esta pequeña victoria, las mujeres que forman parte de la plataforma hablan sobre los mismos síntomas y se apoyan mutuamente, un consuelo ante “la falta de empatía de los especialistas”. “No somos locas, nos toman por locas y esto es verdad, que nos crean”, espeta Susana Vázquez, quien actualmente tiene 39 años, los tres últimos padeciendo los efectos de los anticonceptivos ‘Essure’.

Fotografía: Susana Vázquez, afectada por el anticoncetivo Essure, después de que se lo extrajesen./ Cedida

Maria Luisa Parra

Periodista.

En twitter @MLPARRAGARCIA