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Economía Social: 7 claves para entenderla

Qué es, cuál es su objetivo principal, qué entidades se ajustan a este modelo, cuál es su relación con los poderes públicos y el papel del consumidor son varias de las claves a tener en cuenta sobre la economía social.

La economía social se encuentra a contracorriente, se presenta como alternativa del sistema capitalista actualmente vigente regido por la obtención de beneficios. 

 

Claves de la economía social

La gran desconocida

La ley 5/2011, de 29 de marzo, de Economía Social denomina economía social “al conjunto de las actividades económicas y empresariales, que en el ámbito privado llevan a cabo aquellas entidades que, de conformidad con los principios recogidos en el artículo 4, persiguen bien el interés colectivo de sus integrantes, bien el interés general económico o social, o ambos”. 

Requisito imprescindible

Esta ley además añade la absoluta necesidad de que en cualquier economía social haya independencia respecto a los poderes públicos.

 

Objetivo de sus organizaciones

El principal fin es que la empresa contribuya al bienestar social sin obviar la importancia de la rentabilidad. La economía social va al revés. En vez de preguntarse cuánto costará producir algo o cuándo obtendrá beneficios, se pregunta cuánto dinero necesita para hacer algo.

Según Javier Saborido, técnico de educación para el desarrollo de la ONG Madre Coraje, la economía social se compone de varias corrientes. Algunas se centran en los beneficios sociales, la forma de organización o el producto.

Todas tienen en común una característica:  la obtención de beneficios no es lo principal, no debe ser el centro de la actividad económica de estas empresas. “Es sustituido por otros valores relacionados con el bienestar de la sociedad”, concluye. Esa es la meta fundamental de la economía social: mejorar la calidad de vida de sus empleados y sus consumidores.

 

Entidades

Las cooperativas, las sociedades laborales, las mutualidades, los Centros Especiales de Empleo, las empresas de inserción, las cofradías de pescadores, las asociaciones y las fundaciones, forman parte del conjunto empresarial y diverso de la Economía Social, según la Confederación Empresarial Española de Economía Social (CEPES).

Stand de universo Santi en la II Feria de Economía Social de Jerez./ twitter.com/feria_social

Competencia

“No vale todo para obtener beneficios”, apuntilla Saborido. De ahí que, uno de los grandes aspectos positivos de la economía social es la recuperación del sentido original de la propia economía. Éste se ha perdido con la especulación de ciertos productos o compañías.

Las empresas ‘tradicionales’ “juegan con ventaja” a la hora de ampliar mercado o competir con otras entidades, ya que al no preocuparse por los condicionamientos sociales, abaratan los precios, producen sin importar la contaminación o los derechos de los trabajadores.

 

‘Convertirse’ a la economía social es posible

“Hay entidades que en sus inicios no se lo plantearon, pero luego se preguntaron: ¿por qué no redundar esos beneficios en algo positivo para la sociedad? Quizás no sería una economía social totalmente pura, pero es una manera de contribuir, pero está devolviendo las ganancias a la sociedad, un buen primer paso”, opina el técnico de Madre Coraje. Es factible convertirlas en empresas cooperativas o de organización democrática. Por ejemplo, a través de inversiones a proyectos orientados en el bienestar social haciendo que los beneficios de las entidades sean devueltos a la sociedad o enfocarlo en el producto. Pero también hay otras vías. 

 

Consumidores responsables

No todo es trabajo del productor. El consumidor también debería demandar estos bienes sociales, preocuparse de saber si el objeto adquirido ha pasado unos valores mínimos sociales al comprar un objeto. “Tener conocimiento de que se haya fabricado de forma sostenible, de que cada miembro de la cadena de montaje tenga un salario digno, y así favorecer al crecimiento de la sociedad.

Aún así, muchos de los bienes producidos con estos parámetros, son muy caros por la escasez de proveedores que son capaces de garantizarlos”, zanja Javier Saborido, técnico de educación para el desarrollo de la ONG Madre Coraje.

OtroPeriodismo

Revista de información social y comprometida. En Twitter @Otro_Periodismo

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