El paro y las mujeres
El 8 de marzo nos queremos acordar de todas las mujeres y muy especialmente de las que sufren desempleo, precariedad laboral, desigualdad salarial y trabajo en malas condiciones.
En estos momentos la tasa de paro femenino supera en 3,5 puntos a la tasa de paro masculino. La desigualdad de género no solo se refleja en una tasa de actividad más baja para las mujeres y en una ocupación menor (9,8 millones de hombres trabajando frente a 8,2 millones de mujeres), también en lo que cobran: las mujeres ingresan de media un 19% menos por hora trabajada que los hombres.
Las mujeres ingresan de media un 19% menos por hora trabajada que los hombres»
La precariedad también es mayor entre las mujeres. La diferencia no es tan acusada en la tasa de temporalidad (25,7% frente 25,5%), pero el dato está sesgado porque la mayor temporalidad (40%) se produce en la construcción, un sector casi exclusivamente masculino. En sectores donde compiten ambos géneros (servicios, industria…), la temporalidad siempre es mucho mayor entre las mujeres.
En sectores donde compiten ambos géneros (servicios, industria…), la temporalidad siempre es mucho mayor entre las mujeres»
Y la diferencia de género se extrema en el empleo a tiempo parcial: un 8% de los hombres y un 25% de las mujeres trabajan en jornada reducida, aunque la mayoría querría trabajar más horas. La brecha salarial se encuentra en el 24% y aumentando; es decir, una mujer debe trabajar 88 días más para cobrar lo mismo.
El número de personas que en España sufren maltrato o mobbing en su trabajo asciende a 2,3 millones. La mujer, «con un 78%, es el colectivo que sufre más en este sentido, frente al 22% de los casos en hombres».
En Gran Bretaña, un 52% de las mujeres afirman haber sufrido acoso sexual en el trabajo, en España también hay mujeres que lo sufren.
Unas 40.000 mujeres en España son víctimas de la inseguridad laboral, es decir, carecen de contrato en regla»
Unas 40.000 mujeres en España son víctimas de la inseguridad laboral, es decir, carecen de contrato en regla, según datos aportados por Comisiones Obreras. De esa cifra, un porcentaje indeterminado se encuentra en el país en situación irregular y se ven obligadas a soportar unas condiciones de trabajo precarias a las que, en algunos casos, se suma tener que lidiar a diario con el acoso sexual de sus empleadores. Algunos de ellos se aprovechan del desamparo que sienten estas mujeres y lo utilizan en su propio beneficio.
Según un estudio realizado en 2015 por Sortzen Consultoría (Vizcaya) y Mujeres con Voz, especialista en igualdad y empoderamiento, el 22% de las mujeres inmigrantes empleadas del hogar ha sufrido algún tipo de acoso sexual.
También nos queremos acordar de las mujeres desempleadas mayores de 52 años. Muchas de ellas no tendrán derecho a cobrar el futuro subsidio +52 (algunas ya no están cobrando el subsidio para mayores de 55) porque no tienen cotizados 15 años al haber dedicado muchos años de su vida a cuidar familiares dependientes o enfermos, a sus hijos o a haber sido «amas de casa». Injusto que se queden sin trabajo y sin subsidio.
Y para finalizar queremos centrar nuestra atención en las grandes olvidadas, incluso por muchos colectivos feministas (no todos): las mujeres sin techo. Mujeres invisibles (para muchas personas) que malviven, y en algunos casos mueren, por las circunstancias de tener que estar en la calle. Mujeres que a veces son agredidas e incluso violadas… Y no salen en las noticias ni se hacen concentraciones en su apoyo, como si esos casos no fueran también violencia de género o machista.
La igualdad y el apoyo a las mujeres debe de ser para TODAS empezando por esas mujeres que no tienen nada pues no hay mujeres de «primera o segunda».
Asociación Víctimas del Paro en el Día Internacional de la Mujer.
Fotografía: María Vidal
Revista de información social y comprometida.
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