«Los perros no tienen prejuicios, esto ayuda a que las personas se sientan mejor»
Numerosos estudios afirman que la presencia de estos peludos puede ayudarnos a mejorar nuestra salud física, mental o nuestro estado de ánimo. La historia de Mario es una de las muchas que lo confirman.
Fotografía: Una de las usuarias durante las terapias intervenidas./ Cedida.
Desde que el ser humano tiene uso de razón, los animales han formado parte de sus vidas. El animal de compañía por excelencia es el perro. Estos peludos, además de ganarse el corazón de la gente, también pueden ayudar de maneras diversas.
“Nuestro hijo encuentra en la terapia asistida con perros mucha diversión. No lo ve como una actividad forzosa sino como algo lúdico y divertido. Se encuentra francamente motivado trabajando y a la vez se le despierta el cariño hacia los animales. Además, vemos el resultado día a día.” Ella es Laura –nombre ficticio–, madre de uno de los pequeños usuarios de ‘Perruneando’, una empresa fundada en 2013 dedicada a la intervención asistida con perros. Su objetivo es promover el desarrollo físico, emocional, social y cognitivo de las personas.
No lo ve como una actividad forzosa sino como algo lúdico y divertido»
Algunos estudios han demostrado que la interacción con animales disminuye la presión arterial y los niveles de cortisol. También mejora síntomas como la ansiedad, reduce la soledad y mejora el estado de ánimo.
Según comenta Lucía Becerra, coordinadora de la Delegación de ‘Perruneando’ Cádiz, existen cuatro tipos de intervenciones, cada una específica para una serie de objetivos. “Lo que buscamos con estas actividades es motivar a los usuarios, que participen y mejoren su calidad de vida. Está demostrado que cuando tocamos a un perro liberamos una hormona llamada oxitocina, es la que nos genera la felicidad, y tiene muchos beneficios para nuestro cuerpo”. El perro hace que los seres humanos puedan expresarse libremente y sentirse más seguras. “Los perros no tienen prejuicios. Esto ayuda a que las personas se sientan mejor”.
“El niño aprende de manera indirecta a ganar funcionalidad en su mano, que es el miembro afectado. Lo recomendamos especialmente a aquellos que piensen que la terapia convencional es muy tediosa”, comenta Laura. Su hijo Mario –nombre también ficticio para preservar su anonimato– tiene 8 años y sufre de hemiparesia del lado derecho. En sus sesiones trabajan el tren superior.
La interacción con animales disminuye la presión arterial y los niveles de cortisol. También mejora síntomas como la ansiedad, reduce la soledad y mejora el estado de ánimo»
Estos animales son entrenados para conseguir una serie de objetivos, por lo que no cualquier perro puede realizar dichas actividades. Todos los coordinadores cuentan también con una preparación especial. “Nuestro equipo está formado por psicólogos, terapeutas, maestros, trabajadores sociales… hay mucha variedad” explica Becerra.
Además de esta labor, también ofrecen talleres y charlas sobre concienciación ante la responsabilidad de tener animales domésticos, ya que cada año el porcentaje de abandono animal, especialmente durante la época navideña, es mayor.
Según un estudio de la Fundación Affinity, más de 138.000 perros y gatos fueron acogidos en protectoras en el 2018. “No todo el mundo está preparado para tener animales en casa. Supone un cambio en tu forma de vida, en tus horarios, en tu economía, en tu tiempo. La gente no es consciente de esto, por eso luego hay tantos abandonos”.
Sin duda, el trabajo de los monitores junto a los perros asistentes deja atrás la idea de que los animales son solo eso. Se genera una unión especial para conseguir el bienestar óptimo de ambos. Para Becerra, “la mejoría es muy notable en los pacientes. Nos comentan que esperan impacientes durante toda la semana el día que llegan los perros. Se les cambia la cara cuando nos ven llegar”.