«Los terroristas que han perpetrado estos atentados no representan a ninguna nacionalidad, a ninguna cultura, a ninguna religión»
La sociedad española expresa su rechazo y solidaridad con los catorce muertos y más de un centenar de heridos como consecuencia de los atentados terroristas perpetrados el pasado viernes en Barcelona y Cambrils (Tarragona). Miembros del Gobierno afirman que el riesgo nunca es cero. Por su parte, organizaciones como Accem piden que se acabe con el discurso del odio y del miedo, «por sociedades abiertas, justas, diversas y tolerantes».
Tras la barbarie sucedida en Cataluña, el pasado viernes, 17 de julio, que comenzó cuando una furgoneta se abalanzó sobre la zona peatonal de la Rambla arrollando a los peatones, se han sucedido las reacciones en todas las esferas sociales, dentro y fuera de España. El Centro Islámico ‘La Paz’ de Toledo ha expresado su más profundo pésame «por la muerte de tantos ciudadanos belgas» y su condena de los atentados que han tenido lugar en Cataluña, y ha defendido que los autores de estos atentados, que son «unos criminales, no representan ni al Islam ni a la comunidad musulmana».
El Estado toma medidas de máxima seguridad, especialmente en ciudades como Madrid, entre otras, Miembros del Gobierno afirman que el riesgo nunca es cero y asegura que la ciudadanía y de las administraciones e instituciones, que no van a «doblegar».
La organización Accem ha remitido un comunicado en el que también expresar su condena total a estos atentados, «nacidos del odio y el absoluto desprecio por la vida y por la libertad». «Los autores de estos atentados no pueden sino provocarnos el mayor de los rechazos. Su objetivo no era otro que causar todo el dolor posible de forma indiscriminada y sembrar el terror entre el conjunto de la ciudadanía».
Pero también, desde Accem, organización social con 25 años de experiencia trabajando a favor de la integración social de las personas refugiadas e inmigrantes, lanzan un mensaje: los terroristas que han perpetrado estos atentados no representan a ninguna nacionalidad, a ninguna cultura, a ninguna religión.
En el transcurso de este mes de agosto se han producido atentados del mismo corte y motivación en países como Nigeria, Afganistán, Camerún, Egipto, Filipinas, Kenia o Yemen, por citar únicamente algunos ejemplos. «El terrorismo fundamentalista es hoy una realidad global que afecta a muchos pueblos, países y ciudades del mundo y sus víctimas hablan todas las lenguas, profesan todas las religiones y pertenecen a las más variadas culturas», apostillan desde Accem.
Por otra parte advierten de que este no es un momento para buscar chivos expiatorios. «El camino correcto no es la criminalización y estigmatización de ningún colectivo o grupo por su origen, cultura o religión. Es momento, una vez más, para reforzar nuestras convicciones en favor de una sociedad tolerante, abierta, diversa, heterogénea, basada en el respeto mutuo, la convivencia y la defensa de los derechos humanos.
También recuerdan que son muchos los miles de personas que escapan del terror yihadista, de ese odio y esa concepción del mundo tan lesiva, de mirada tan corta y tan enemiga de la vida y la libertad. Que escapan de ese terror y buscan precisamente en nuestra sociedad la oportunidad de desarrollarse y disfrutar de una vida plena. Muchas de estas personas a las que etiquetamos como refugiadas e inmigrantes llegan escapando de ese dolor que sentimos hoy tan cerca.
Además inciden en la necesidad de apostar y reforzar siempre las políticas encaminadas a la redistribución de la riqueza, la justicia social, la igualdad de oportunidades y la integración y la inclusión social.
«Todos/as hoy con Catalunya. Contra el terror. Contra el discurso del odio y del miedo. Por sociedades abiertas, justas, diversas y tolerantes», concluye el comunicado de la organización Accem.
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