Una profesora de yoga que con las piedras ‘construye su castillo’

Esquelas, cantos con palabras en braille, con motivos que denuncian la violencia de género o reivindican el Orgullo LGTBI… Natividad Ibáñez (Jerez) compagina las clases de yoga que imparte en diferentes pueblos con la elaboración de pinturas artesanales en piedra. Algo que comenzó como un hobby puede llegar a convertirse en el sustento de sus familiares.

“Si no haces lo que te gusta, haz que te guste lo que haces”.

En su juventud le atrajo el mundo del vino, de ahí que estudiase Vitivinicultura y Enología. Sin embargo, en la tierra de los jereces no había resquicios en las empresas de estos caldos para una mujer ajena a las familias que tradicionalmente se dedicaban a su crianza. Al menos eso cuenta Natividad Ibáñez (Jerez) quien, tras este palo, a lo largo de los años se ha entusiasmado con cada una de las labores que le dan para comer, incluso con las piedras. Con ellas construye poco a poco su castillo.

Con 54 años, esta maestra de yoga, comenzó a realizar ‘Cantos con encanto’, a pintar piedras personalizadas de forma totalmente artesanal con el único fin de obsequiarlas. Pisapapeles, adornos, recordatorios de eventos, falsos cactus… Tal era el nivel de sus pinturas que sus conocidos le hacían pedidos y querían pagarle por ellos.

Ahora con 60 años pinta a mano alzado piedras con motivos únicos. Ninguna es igual. “imagínate lo complicado que sería, los hago a mano alzada”, señala. Entre los encargos más especiales que ha realizado destaca las piedras que pintó para cada uno de los 26 alumnos de una clase. Compartían aula con un compañero invidente. Natividad dibujó en cada una de ellas a ese compañero con uno de los otros y sus nombres correspondientes en braille lográndolo con el relieve de la pintura.

Realmente llamativo resulta la esquela que elaboró para un jugador de rugby americano. “Allí es muy corriente que en las lápidas se ponga lo que le gustaba al difunto”, explica. Ella cumplió la misión de plasmarlo cuando recibió la petición de la esposa. ‘Cantos con encanto’ también realiza piedras con motivos comprometidos y en ellos festeja el Orgullo LGTBI o denuncia la violencia de género.

A Natividad siempre se le habían dado bien las manualidades. Durante un período de su vida trabajó como costurera en hogares particulares. “En la época en la que yo estudiaba teníamos clase también por la tarde y las monjas nos enseñaban a coser, bordar…”. Aprendió la técnica de pintar cantos hace casi dos décadas antes, en el Grupo de Cultura Popular de Guadalcacín, pedanía jerezana en la que residía. Allí participó en un taller para niños en el que pintaban piedras.

En la actualidad compagina las clases de yoga itinerantes con la pintura en piedras desde el salón de casa. “Estoy como los indios”, bromea. La artista reconoce que trabajar con las piedras y las pinturas le aporta mucha tranquilidad, y cree que ésta se transmite a las personas que se quedan con ellas, salvo excepciones pues “no todo el mundo tiene la misma sensibilidad”.

Me dicen que en zonas como Lanzarote podría vivir perfectamente de esto, pero en Andalucía no se valora el arte ni la artesanía”

Optimista confía en la posibilidad de construir con ‘Cantos con encanto’ los cimientos fuertes de un negocio que ayude a su hijo y a su nuera, ambos en la actualidad desempleados. Aunque es un sueño harto difícil. “Me dicen que en zonas como Lanzarote, podría vivir perfectamente de esto, pero en Andalucía no se valora el arte ni la artesanía”, lamenta la maestra de yoga y artesana de ‘Cantos con encanto’.

Maria Luisa Parra

Periodista.

En twitter @MLPARRAGARCIA