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Acoso de padres a profesores: “La docencia se está convirtiendo en una profesión muy complicada”

La hiperpaternidad o sobreprotección de los hijos se ha convertido en uno de los principales problemas por los cuales los padres y alumnos amenazan y agreden a los docentes. Así lo ha afirmado el sindicato Csif que desde hace un año y medio ha ofrecido asesoramiento a 373 profesores de toda España que se sienten desprotegidos por la Administración. Reclaman la convocatoria del Observatorio Nacional de la Convivencia para conocer el número real de casos —que creen ocultan por razones políticas—  a partir de los cuales hallar una solución.

Era la diana de insultos en las redes sociales, la avasallaban en clase. Una familia ha realizado escritos contra su persona solicitando que la echen del centro al considerarla mala profesora porque sus hijos no aprueban. Esto es lo que ha sufrido una docente de mediana edad, con años de experiencia a sus espaldas y que le han llevado a intentar quitarse la vida.

Los padres de los alumnos, bastante conocidos en el pueblo en el cual se ubica el centro educativo, han contado con el respaldo por el equipo directivo cuyos miembros son la misma localidad. Ella continuó trabajando con esos alumnos hasta que la situación se volvió insostenible y se encuentra de baja por depresión. El propio facultativo ha dejado patente el intento de suicidio. Por su parte, la Inspección de Educación ha tomado cartas en el asunto y parece ser que próximamente realizarán una comisión de servicio para que no trabaje en el mismo colegio.

Esta docente es una de los 373 de toda España que se han puesto en contacto con el servicio de asesoramiento ‘Csif Ayuda’, según ha informado el presidente del sector nacional de Educación de este sindicato a OtroPeriodismo. Gutiérrez asegura que con las estadísticas con los que cuenta Csif y los formularios cumplimentados en los centros el acoso a los docentes aumenta de forma alarmante. “Antes estos formularios tenían respuesta de dos o tres profesores y ahora la tienen de 15 ó 20 profesores en un claustro de 80, evidentemente es un cambio sustancial”.

Sin embargo, lamenta la imposibilidad afirmarlo con todas las garantías “porque carecemos de los datos que la Administración tiene” y que cree que no salen a la luz por cuestiones “meramente políticas”. Exige que convoquen el Observatorio Nacional de la Convivencia creado en 2007, que tras su creación solo se ha reunido en una sola ocasión. “Ahí es donde se deben reflejar todos los casos porque Inspección Educativa tiene recogidos todos los casos de violencia, de acoso que sucede en los centros y deben llevar estadísticas sobre ello. No hay ningún lugar donde se puedan discutir pues están ocultos y deben ser comentados para poder buscar soluciones”, concluye.

‘Csif ayuda’, subraya, es sólo un instrumento de asesoramiento que surge ante la falta de recursos y la indefensión por parte de las administraciones. En el Ministerio de Educación también existe un teléfono para atender estos casos, pero más encaminado a detectar acoso entre alumnos.

En ‘Csif Ayuda’ una persona titulada y formada atiende la llamada. Dependiendo del tipo de problema que dé a conocer, será derivada al delegado de Salud Laboral, el bufé jurídico o a los profesionales y departamentos concretos para que realice las gestiones pertinentes.

Desde este sindicato se apresura a aclarar que quieren evitar el espectáculo, aunque reconocen que la docencia se está convirtiendo en una profesión muy complicada. Sin el apoyo de la sociedad y de los padres en primera persona es absolutamente imposible dar clase. “El respeto hace ya mucho que se perdió, pero por parte de los padres está sucediendo ahora”.

Algunos expertos creen que es consecuencia de lo que llaman hiperpaternidad, es decir, la protección excesiva de los hijos. “Se pasó de haber muchos problemas de disciplina, a amenazas y agresiones verbales o físicas hacia el profesor por parte del alumnado. Y ahora se da de padres a docentes”.

En la mayoría de las ocasiones las amenazas y el acoso verbal no llegan a convertirse en agresiones físicas, y acaban en baja laboral del docente. “Algunos no soportan el hecho de que no notan, en teoría, el apoyo de quienes tienen que defenderles”, señalan desde el sindicato.

Recuerdan que hubo un aumento de agresiones a profesores que descendió significativamente gracias a un cambio legislativo. Éste obliga a la Administración a personarse contra la persona agresora. Cuando son alumnos se topan con la Ley del Menor, pero cuando son padres se tratan de casos penales.

 “Decir que es una profesión de riesgo nos parece excesivo, somos 500.000 docentes. Son casos puntuales de toda España; gravísimos, sí. Deberían ser cero. Es como si dijéramos que matan a 50 mujeres, pero que hay muchas más, eso sería una brutalidad, al igual que afirmar que cualquier mujer que tiene pareja está riesgo también es excesivo”, concluye Mario Gutiérrez, presidente sectorial de Educación del sindicato Csif, desde el que abogan porque se hagan público los datos y por la búsqueda de soluciones a partir de la absoluta protección de los docentes.

Maria Luisa Parra

Periodista. En twitter @MLPARRAGARCIA

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