Cómo educar a tu hijo para que sufra acoso escolar y no enterarte
- Crea un ambiente Disney desde pequeño donde todo el mundo es maravilloso y los malos sólo salen en las películas, donde al final siempre ganan los buenos.
- Quítale la palabra “no” de su vocabulario, enséñale a ser educado y a saludar a todo el mundo y a no llevar la contraria a nadie, y menos a ti.
- No respetes sus gustos, pensamientos y sentimientos, si le gustan las muñecas, apúntalo al fútbol.
- No juegues con él, no entres en su mundo. Limítate a preguntarle cómo le ha ido el colegio y a darle la tablet mientras hacéis vuestras cosas. No le contéis vuestros asuntos de adultos que no le interesan.
- Cuando sospeches de algún problema, interrógalo, ya que como nunca habláis con él, seguro que os contará lo que le pasa sin mentiros.
- No corrijas su postura corporal, deja que camine como tú lo haces; no le enseñéis a hablar mirando a los ojos ni leáis con él a diario para que proyecte su voz. Ya espabilará solo.
- Destaca la importancia de que sea uno más en el grupo, que no sobresalga, que no se meta en líos por ayudar a otros y que si le insultan los ignore. Y si le agreden físicamente que se lo cuente al profesor, que no pegue nunca que la violencia solo trae violencia.
- Es importante ser educado y saludar a todo el mundo, incluso a quien no te cae bien: “No pongas malas caras y compórtate correctamente. Que hablen bien de ti siempre”.
- Que haga la comunión aunque tú no pises nunca una iglesia y él tampoco lo haga nunca más. Eso sí, con sus tres años de catequesis y su gran fiesta con tablets y móviles de regalo incluidos. Que aprenda lo que es ser hipócrita que le vendrá bien en la vida. Lo importante es ser católico para no marcarte en el colegio y en el barrio.
- Grítale cuando se equivoque, recuérdale lo torpe que es continuamente. No le des obligaciones, hazle la cama, prepárale la ropa y permaneced atentos al grupo de Whatsapp del cole para que no se deje los deberes sin hacer.
Cuando con 14 años se orine encima, no duerma y deje de comer, después de sufrir 10 años de tortura diaria en el colegio, me lo traigas asustado para que lo saque del pozo… Aquí estaré.
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