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Buscan familias para cruzar el Estrecho como los menores que llegan a España en patera

Menores no acompañados en Ceuta./ Pedro Armestre, Save the Children.

Save the Children pretende concienciar sobre la dificultad de este viaje y por ello lanza una peculiar iniciativa a familias que se atrevan a realizarlo junto a Omar, un adulto que vivió esa situación hace varios años siendo un niño. 

Omar Sylla, un joven senegalés que llegó solo a España en patera siendo menor de edad, ha contado cómo realizó esta travesía. En el acto organizado por Save the Children, la ONG ha presentado el informe ‘Los más solos’, según el cual España registró 2.500 menores migrantes no acompañados en 2017, un 60,4% más que el año anterior. La organización, además, señala los fallos en el sistema de acogida, protección e integración de estos menores migrantes.

Save the Children pretende concienciar sobre la dificultad de este viaje y por ello lanza una peculiar iniciativa a familias que se atrevan a realizarlo junto a Omar, un adulto que vivió esa situación hace varios años como niño. Para participar en el concurso hay que registrarse antes del 10 de junio. Deberán apuntarse dos miembros de la misma familia, un adulto y un niño o niña con edades comprendidas entre 14 y 17 años.

“Mi madre es pobre, no tiene nada. Hace una semana llegué a la frontera y llevo tres días intentando cruzar por Ceuta. Quiero vivir en España para construir un futuro y ayudar a mi madre. Aquí en Ceuta la situación es muy dura, nos pegan y nos destrozan los sitios donde dormimos. Pasamos tanto frío que no podemos dormir. Yo solo quiero aprender un oficio y trabajar en cualquier cosa, lo que sea”. Es el testimonio de Ahmed, un niño que con 12 años ha emprendido solo el viaje a España desde Tánger y ahora sobrevive en las calles de Ceuta.

‘Los más solos’

En su informe ‘Los más solos’ la organización denuncia los fallos en el sistema de acogida, protección e integración de los niños y adolescentes migrantes que llegan solos a nuestro país. En 2016 abandonaron los servicios de protección y figuran “en fuga” 825 menores –770 niños y 55 niñas- de los que se ignora su paradero actual.

España es el tercer país europeo que más llegadas de migrantes por mar ha registrado. El año pasado 28.349 migrantes llegaron a nuestras costas, tan solo 1.369 menos que a Grecia. El informe ‘Los más solos’ señala cómo un 14% de las personas que han llegado a España por tierra o por mar son niños y niñas. Solo en patera, durante 2017 llegaron a España 2.177 menores solos, casi cuatro veces más que en el año anterior. A pesar de la magnitud de las cifras, España sigue sin estar preparada para acoger a los niños y niñas que llegan solos y les condena a la invisibilidad y la exclusión.

Los niños migrantes que viajan solos hacia España lo hacen por varios motivos, entre los que están principalmente la violencia y la pobreza, pero todos con el mismo sueño de encontrar un lugar donde poder construir un futuro, según se desprende del informe. “Sin embargo, a los obstáculos que se encuentran durante el viaje se suman los impuestos por Europa, que ha priorizado la seguridad de las fronteras por encima de la de las personas, independientemente de que sean adultos o niños”.

En las cifras oficiales no se recogen todos los niños que llegan solos a España, y tampoco recogen a los niños y niñas que abandonan las instituciones voluntariamente y dejan de vivir bajo la tutela pública.

A pesar del aumento de las llegadas de menores que por su perfil pueden obtener protección internacional, las solicitudes de asilo de menores migrantes que llegan solos sigue siendo muy baja. Según el Ministerio del Interior, en los últimos cinco años han pedido asilo un centenar de niños y niñas, de los que solo lo han conseguido 31. Esto significa que dos de cada tres peticiones de asilo por parte de menores son rechazadas.

A pesar de que la Ley de Extranjería prohíbe expresamente que se detenga a ningún menor de edad por su condición de migrante o por su entrada irregular, los chicos entrevistados confirman que este supuesto tampoco se respeta. “Cuando llegamos la policía nos cogió para hacer la entrevista, para hacernos fotos y luego para llevarnos al hospital. Cuando salimos pasamos tres días en comisaría, en prisión. Solo comía galletas, tres días son muchos sin comida”, explica otro de los chicos.

España ha sido señalada por Naciones Unidas, por varios organismos de defensa de los Derechos Humanos e incluso por el Defensor del Pueblo por las prácticas invasivas y poco fiables de determinación de la edad de los menores migrantes que llegan solos. Estas pruebas médicas deberían ser el último recurso cuando sea imposible determinar la edad e ir acompañadas de exámenes psicológicos, sin embargo, España sigue haciendo caso omiso a las recomendaciones y realizando estas pruebas, incluso cuando el niño o niña tiene documentación que acredita su minoría de edad. Cuando esto ocurre, el menor queda en un limbo jurídico que le impide disfrutar de sus derechos como adulto y de la protección que merece como menor de edad.

La integración, las condiciones de vida y el nivel de protección que tengan estos menores depende de la comunidad autónoma que les tutele. En Ceuta y Melilla no existen centros de larga estancia y los menores permanecen largas temporadas, algunos varios meses y otros varios años, en centros preparados para pasar unas semanas, hacinados y a veces casi sin poder salir a la calle.

En ciudades como Madrid o Barcelona, menores migrantes no acompañados deciden escapar de los centros y quedarse en la calle para escapar de las condiciones en las que viven y de los malos tratos que a veces denuncian por parte del personal de los centros. Muchos emprenden el viaje hacia otros países del norte de Europa y desaparecen entre las grietas del sistema.

«Sin políticas educativas y de empleo, el futuro de estos niños queda condenado a la precariedad y la exclusión social y el día que cumplen los 18 años se quedan desprotegidos, sin prácticamente ningún tipo de apoyo de la Administración, que ha sido su tutor hasta entonces», sentencian desde la organización.

OtroPeriodismo

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