Coeducación: el final de «los niños no lloran» y otros estereotipos
Muchas mujeres han sido olvidadas o invisibilizadas: Hipatia de Alejandría, Simone de Beauvoir, Virginia Woolf, Maria Zambrano o Rosa Luxemburgo, y otras muchas. Ellas han sido mujeres que han destacado en su época, pero la enseñanza las ha obviado.
Por otro lado, está la diferencia entre niños y niñas. Los juguetes, las barbies para las niñas y los action-man para los niños, la cocinita para las niñas y la pelota de fútbol para los niños. Algo habitual en los colegios.
Hace unos quince años llegó la coeducación. Según el Instituto Andaluz de la Mujer, coeducar es desarrollar las capacidades de niños y niñas, a través de la educación. “Supone eliminar estereotipos sobre las características que deben tener las niñas y los niños”. Es decir, trata de romper esas creencias, y de que las diferencias de género en la enseñanza dejen de existir.
Los movimientos y, sobre todo, la conciencia feminista han producido cambios en la sociedad. Trinidad Muñoz, maestra jubilada del CEIP Federico García Lorca y de IES Almunia de Jerez, define la coeducación como el primer paso del feminismo. Recuerda que ella fue una alumna de un colegio de solo niñas, y a día de hoy quedan pocos centros de esa índole. Con este cambio «ambos géneros tienen las mismas oportunidades a nivel de estudios», señala, pues las mujeres ya pueden acceder a las carreras universitarias, algo que antes no se podía hacer.
La figura de la coeducación se formó recientemente, defiende Isabel Almagro, profesora en la Escuela de Arte de Jerez. Almagro da ejemplos de anteriores aspectos sexistas, como que los chicos no jugaban con muñecas, o comentarios del manido “los niños no lloran”. Las investigaciones sociológicas y psicológicas junto a los estudios feministas han demostrado que las “ideas asociadas al género son algo impuesto culturalmente”. Con todo esto se comenzó a poner en duda valores y estigmas que antes se creía que no eran así.
«Tú eres un hombre, los hombres no lloran. Tenía que ocultar sus sentimientos, y cumplir ‘el patrón de hombre’. Y las mujeres, tener ‘el patrón de mujeres’, teníamos que ser más ordenadas y recatadas».
Isabel Almagro, profesora de historia del arte en la Escuela de Arte de Jerez.
Muñoz considera de gran importancia tener en cuenta lo que el feminismo ha demostrado y puesto en claro sobre las desigualdades entre hombres y mujeres. La maestra jubilada sostiene que la garantía de que llegue a toda la sociedad parte de una educación basada en el respeto a las mujeres.
Tanto Isabel como Trinidad coinciden en que para realizar una enseñanza fundamentada en la coeducación, hay que trabajar con el lenguaje inclusivo. Almagro defiende la idea de la visibilización, es decir, la mención de ambos géneros. De este modo se da evidencia de los dos sexos, ya que cuando no se habla de algo “parece que no existe”. Por tanto, anima a hablar de “niños y niñas”, “profesores y profesoras” o “padres y madres”.
Respecto a la visibilización, la profesora de la Escuela de Arte añade que a lo largo de la historia se ha obviado a las mujeres. En su asignatura siempre se menciona a Velázquez, Goya, Van Gogh. Ejemplifica el caso de Robert Delaunay, los cuadros son tanto de él como de su esposa Sonia, pero se le da más importancia al hombre. Isabel piensa que una manera de trabajar y solucionar el problema es incluyendo en los libros de texto a las mujeres relevantes, o bien mencionarlas en las clases.
A día de hoy se celebran días dedicados a las mujeres, donde se rememoran nombres femeninos de relevancia. En el CEIP Arana Beato, según cuenta una de las profesoras del centro Teresa Chamizo, se utilizan las efemérides para dar visibilidad a las mujeres. Chamizo destaca los días 25 de Noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer; 11 de Febrero, Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia; 8 de Marzo, Día de la Mujer; o incluso, la Semana del Libro, donde aprovechan para señalar mujeres relevantes en estos ámbitos.
Trinidad a su vez, cree que para trabajar aún más la igualdad se debe educar dentro de las familias. El reparto de tareas del hogar debe pensarse para que tanto chicos como chicas sepan hacer cada una de las actividades que se realizan en casa. Chamizo considera importante colaborar de manera paralela para educar en igualdad, tanto con las familias como con la AMPA. Explica que las Asociaciones de Madres y Padres sirven para coordinar la implicación de padres y madres en las tareas educativas de los hijos.
Los niños no dejan de ser “esponjas”, se llenan de ideas y expresiones que escuchan en todos lados, y a veces cometen errores al hacer algún comentario ofensivo a la mujer. Trinidad Muñoz cree que hay que frenar las conductas machistas y los micromachismos, que si es necesario hasta detener la lección. En ello coincide Chamizo, quien hace un pqrentesis para resolver este tipo de conflictos cuando se dan en sus clases.
Se puede aprovechar como una oportunidad, que los niños reproduzcan lo que escuchan. Las charlas son importantes para la educación de los alumnos. Por ello el plan de Igualdad incluye charlas de este tipo. Isabel comenta que los debates tratan de concienciar a los chicos y chicas a reaccionar contra el machismo, pero a reaccionar contra éste nada más comenzar. Es decir, la profesora de historia del arte hace referencia al machismo que se obvia, a la marginación y a los micromachismos.
En el CEIP Arana Beato, se realizan charlas de Igualdad de diferente manera. A los más pequeños se les realizan estas a base de juegos y cuentos, mientras que a los alumnos más mayores ya se hacen discursos con expertos. Trinidad Muñoz, a pesar de estar jubilada, acude a los centros de educación con el grupo feminista Marea Violeta de Jerez. Este movimiento realiza también múltiples charlas de igualdad donde trabajan todos estos asuntos mencionados.
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