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«Después de varios fracasos y de luchar codo con codo, conquistar Europa es increíble”

Campeones de Liga y Campeones de Europa, no hablamos del Real Madrid ni del fútbol. Tampoco de la Liga ACB Endesa de Baloncesto, sino de la Liga de Baloncesto Sobre Ruedas, donde el BSR Amiab Albacete se ha marcado un doblete. Un club de baloncesto, donde juegan personas con diversidad funcional, disfrutando del deporte y llevándolo al nivel más alto. 

Fran Lara, o Francisco Javier Sánchez Lara, sufre una lesión medular como consecuencia de un accidente de tráfico con catorce años. Fue en el Hospital Nacional de Parapléjicos en Toledo donde “conoció y pudo practicar” el baloncesto en silla. Sánchez decidió concluir su formación académica, un grado medio de administración y finanzas, compaginándolo con el deporte. Da las gracias al equipo de Toledo, Fuhnpaiin-Peraleda, el cual “le abrió las puertas”, y a día de hoy, es jugador profesional

La historia de Óscar Onrubia, compañero de Fran en el BSR Amiab, fue diferente. El catalán a los pocos años de vida sufrió sepsis memingocócica. Una enfermedad en la que una bacteria afecta a los vasos sanguíneos, “si no te amputan las partes afectadas, te ataca al corazón y te mata”. Comenzó a hacer ejercicio con seis años para que le ayudase a socializar y a conocer a gente. Sus deportes favoritos eran natación, handbike (bicicleta para brazos) y el baloncesto, por el que se enamoró gracias al espíritu de equipo y a la gente con la que se relacionaba. Otro motivo para ello era que en los deportes individuales solo se compite contra uno mismo y el fracaso depende de una persona solamente.

«(El baloncesto) me ha inculcado valores y madurez. A parte, conocer a gente maravillosa y experiencias de todo tipo»

Fran Sánchez, jugador del BSR Amiab Albacete

El deporte, en ocasiones, ofrece una escapatoria. «Arregla» la vida de las personas. Eso le ocurrió a Fran. Para él, el baloncesto representa «todo”. Gracias a la actividad es como es a día de hoy, le ha inculcado valores y le ha aportado madurez. Ha tenido experiencias de todo tipo que le han formado como persona. Además, de darle la oportunidad “de conocer a gente maravillosa”. A Óscar le ocurre algo parecido, ¿qué no le ha aportado el baloncesto? Gracias a él, Onrubia ha aprendido a expresar su rabia y su energía, viajar por el mundo, conocer a gente, y en gran medida lo que significa el sacrificio. Además, el baloncesto le ayudó a no sentirse diferente

«(El baloncesto me a ayudado) también a no sentirme diferente. Cuando eres pequeño y tienes una discapacidad, necesitas un tiempo de normalización. El baloncesto me ha ayudado a ello»

Óscar Onrubia, jugador del BSR Amiab Albacete

Muchos deportistas cuentan que un día eran niños y veían a sus jugadores y jugadoras favoritos en la televisión, y años más tarde, están jugando hombro con hombro con sus ídolos. Eso le ha ocurrido a Óscar. Cuando era pequeño no pensaba en que sería capaz de vivir del baloncesto y jugar con la gente que él mismo veía desde su casa. Resulta difícil pensar en lograr el éxito cuando se comienza en el deporte. Fran tampoco creía posible conseguir tantos logros, pero ese fue el motivo que le llevó a ello, no tenerlo creído. 

  • Baloncesto en silla de ruedas para todas y todos

Sánchez se siente afortunado de haber jugado en los equipos que ha querido. A pesar de ello, admite que tuvo que irse a jugar a la liga italiana un año en el Padova Millenium Basket. Allí pudo “coger caché” y así “poder tener en España mejores condiciones económicas”. Por su parte, Onrubia considera que una de las mayores dificultades de este deporte es el poder adquisitivo. El catalán explica que las sillas de ruedas para el baloncesto más baratas oscilan entre los 4.000 o 5.000 euros, y hay gente que no se lo puede costear. 

Mayor visibilidad y mejores condiciones económicas. Eso quieren Fran y Óscar, y seguramente todos los profesionales del baloncesto sobre ruedas. El catalán añade que para conseguir un deporte igualitario y que pueda participar quien quiera, se deben mejorar las ayudas económicas. De este modo, accede “sólo la gente con alto nivel adquisitivo”. Esas ayudas pueden venir ligadas a la visibilización, por ello, Onrubia quiere que el baloncesto sobre ruedas se vea como cualquier otro.  

Dos absolutos campeones. Uno ganó una medalla olímpica, tras obtener un plata en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro, Fran lo explica como algo indescriptible, “un sueño cumplido”. El compañero logró un oro europeo con la Sub-22, quien tampoco logra definirlo. Óscar lo considera como “el sacrificio de tantos años hecho realidad”,

BSR Amiab Albacete / @bsramiab.albacete (Facebook)

Sin embargo, las ambiciones no descansan, “llegar a París 2024” es lo que tienen ambos jugadores en el punto de mira. Óscar quiere ver unos Juegos Paralímpicos con público, que los de Tokyo con Covid “no los pudo saborear bien”.

Ejemplos de superación, aunque no estén de acuerdo. Fran se considera una persona normal que cada día lucha para ser “mejor tanto como deportista como persona”. Óscar agradece las palabras de ser un referente. A pesar de todo, no cree lo mismo. Defiende que “hay otras personas que superan batallas internas, pero a ojos del mundo no son tan llamativas”.

Lo crean así o no, tanto Fran como Óscar, han superado barreras. Niños y personas con discapacidad que les guste el deporte, miraran a ambos jugadores como referentes. Personas que a pesar de sus dificultades, han podido seguir haciendo lo que les gusta, y no solo eso, lograr un éxito alcanzable para pocas personas. 

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