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Docentes, chicos y chicas para todo

Estudiamos Magisterio para dedicarnos a la enseñanza, la docencia. Ese podría ser el objetivo de cualquier maestro. Pero no, no es solo eso. Estudiar Magisterio implica que cuando terminas la carrera y ejerces, hay muchas otras tareas que se convierten en “especialidades” y que jamás has visto, ni de pasada, en tus años de universidad. ¿Qué estamos pidiendo hoy en día a un maestro? Somos “chicos o chicas para todo”.

Ser maestro requiere muchas otras tareas que nada tienen que ver con la docencia. Los conocimientos de un maestro deben ir más allá. Y si no creemos que sea así, podemos echar un vistazo a todas aquellas carreras o grados cuyos conocimientos debemos poner en práctica, desde nuestro desconocimiento, para ejercer aquello para lo que sí nos hemos preparado: la enseñar.

Porque un maestro es ‘un chico o chica para todo’. Ejercemos de policías o guardias de seguridad (mantenemos el orden a la entrada, a la salida, en el patio y en clase).

Porque un maestro es ‘un chico o chica para todo’. Ejercemos de enfermeros o ATS, e incluso médicos (conocemos enfermedades y fármacos, protocolos y actuaciones ante crisis de una enfermedad…).

Porque un maestro es ‘un chico o chica para todo’. Somos burócratas perdidos entre cientos de documentos que cumplimentar. Y cada día inventan uno o se hacen cambios a los que ya había; y…vuelta a empezar.

Somos informáticos (arreglamos ordenadores); somos dietistas o nutricionistas (si estás en el comedor, enséñales a comer); somos psicólogos, psiquiatras, decoradores de interiores y exteriores. Ejercemos de portero y secretario. Cuando toca de abogado y juez…y lo que me dejo atrás»

Porque un maestro es un ‘chico o chica para todo’. Ejercemos de mediadores. No de mediadores entre alumnos, sino, en múltiples ocasiones entre padres e hijos. Sus problemas tienen que ser los nuestros. ¡Pero si yo ya tengo los míos!

Porque un maestro es ‘un chico o chica para todo’: somos informáticos (arreglamos ordenadores); somos dietistas o nutricionistas (si estás en el comedor, enséñales a comer); somos psicólogos, psiquiatras, decoradores de interiores y exteriores. Ejercemos de portero y secretario. Cuando toca de abogado y juez…y lo que me dejo atrás.

Y, ahora que está de moda… ¿Y la docencia cuándo? Porque estudiamos para enseñar, transmitir conocimientos y, por supuesto, para ayudar en la educación de nuestros alumnos. Sin embargo, ser maestro implica tantas cosas que, como dice mi amigo Juan, “en ocasiones voy a la carpeta en la que tengo guardado mi título y, de momento, sólo leo “Diplomado en Magisterio”. ¡Yo quiero ser Maestro!

Bueno, el lunes miraré el día que se celebra, seguro que me toca algo.

¡Feliz día del docente!

 

 

Juan Antonio Cabrera. Docente.

OtroPeriodismo

Revista de información social y comprometida. En Twitter @Otro_Periodismo

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