Entrevistas

Spiriman, el médico de urgencias que escuece a la Administración: «Soy un tío normal»

Y despertó a la ciudadanía… Jesús Candel (Granada, 1976), Spiriman, profesional sanitario que mueve a las masas para evitar ‘la venta’ de la sanidad pública, se mantiene firme: no pretende erigirse como icono de opinión, se muestra contrario a cualquier ideología política, y considera cómplices de la agonía del sistema sanitario a los políticos, a sus colegas y a los usuarios. Aunque Candel ha informado a estos últimos y ahora “intentan amputar el movimiento de protesta, pero la gente ya se ha envalentonado”, afirma el líder.

Nada le hace más feliz que pasear por la montaña o disfrutar en las playas de Cádiz junto a su mujer y a sus cuatro hijos. También le llena trabajar en la fundación que creó en 2012, ‘Spiribol’, en la cual un centenar de niños en riesgo de exclusión social se divierten con un juego único inventado por su abuelo. Él es Jesús Candel, (Granada, 1976), al que los peques de la ONG bautizaron como Spiriman. Con este apodo y al grito de ‘#Yeah’ este médico de urgencias se dio a conocer en 2016. Su objetivo: luchar por una sanidad pública digna acechada por las fusiones, la corrupción y las privatizaciones. A través de vídeos difundidos en una red social aporta información sobre las vísceras del sistema sanitario y no se corta a la hora de calificar a sus responsables políticos y altos cargos.

En poco más de 12 meses ha perdido amigos, le han abierto varios expedientes en el Colegio de Médicos de Granada, han archivado denuncias contra él, se ha convertido en la gran hemorroide de la presidenta de la Junta… y lidera una marea ciudadana sin precedentes que lucha por sus derechos. Entre foto y foto con seguidores que le reconocen, OtroPeriodismo hace una bolita imaginaria con el cuestionario para, simplemente, hablar con Candel quien, tras pedir explicaciones públicamente, ha resistido a los duros ataques y zancadillas gracias a una tremenda fuerza psicológica y física. No obstante, asegura que si entre todos no logran cambiar el sistema “montaré un kiosco o una cafetería”, pues su vocación es ayudar a los demás. “Yo no vendo mi dignidad y mi decencia a nadie”, afirma Spiriman.

OtroPeriodismo.- Es complicado entrevistar a alguien que se expone y se expresa tan abiertamente como usted ante miles de seguidores. ¿Qué le gustaría que se le preguntara?

Jesús Candel.- No sé, la pregunta la haría yo. Muchas veces los periodistas y otra gente me preguntan por qué soy políticamente incorrecto, por qué hablo como hablo, tienen esa obsesión. Y les preguntaría por qué tienen esa doble moralidad. ¿Por qué tienen miedo de expresarse como lo hacen con sus amigos o en su casa? Ese ha sido el quid de la cuestión en Andalucía: la claridad, el engaño al manipular las palabras. ¿Por qué esa doble moralidad?

OP.- Ya que ha mencionado las formas, ¿las de Spiriman son heredadas de Jesús Candel o no tienen nada que ver?

JC.- Nada que ver. En la vida real soy un tío normal, una persona educada, cariñosa, sencilla. Simplemente es una puesta en escena. Empecé el 28 de agosto de 2016 con un personaje, Spiriman, así me llamaban unos niños gitanillos. Cuando hice mi primer vídeo sabía dónde me metía. Suponía que decir lo indignado que estoy ante la situación sanitaria que vivo me acarrearía ataques, pero no sabía de qué intensidad. Yo demostraba con números y con datos. Me fui calentando al pedir respuestas y recibir amenazas e insultos de forma muy educada. Me llamaban payaso, decían que no ejercía bien mi profesión, me difamaban. Pido a la Administración Pública para la que trabajo explicaciones y viene la presidenta de la Junta respondiendo que detrás de mí hay un partido político y que estoy desprestigiando la sanidad, entonces yo tengo que calificar a una sinvergüenza de sinvergüenza, a ella y a todos los que han pasado por delante. Si un periodista escribe algo sin tener ni idea de lo que ha pasado en Granada, pues le llamo gilipollas. Eso no quiere decir que sea un fascista como dicen algunos.

Jesús Candel, Spiriman, junto a Luis Escribano y Antonio Barreda, ambos miembros de la asociación Justicia por la Sanidad./ @MLPRRAGARCIA
Jesús Candel, Spiriman, junto a Luis Escribano y Antonio Barreda, ambos miembros de la asociación Justicia por la Sanidad./ @MLPRRAGARCIA

OP.- Disculpe, ¿ahora estoy hablando con Candel o con Spiriman?

JC.- Son lo mismo.

OP.- Entendí que Spiriman era una puesta en escena.

JC.-  Spiriman no es una puesta en escena. En las redes sociales hago una puesta en escena, no soy como hablo en mi vida diaria. Al explicarme en las redes sociales lo hago de esa manera. Actúo delante de la cámara para explicar cosas de forma sencilla, intento llegar a la gente. Por lo general, en urgencias le hablo a mis pacientes de forma muy sencilla, y nadie se ha molestado por ello. Llego a la gente hablando vulgarmente porque se entiende mejor. Siempre he sido muy claro a la hora de explicar la complejidad de un sistema y que las fusiones de los hospitales eran privatización, recortes y corrupción, el resultado de lo que yo había investigado durante dos meses. La Administración vendía la fusión como lo más en medicina moderna. Imagínate cómo pueden llegar a manipular. ¿Qué hago yo? Una puesta de escena y ¡cómo se ven en mis vídeos…! Ellos tienen una gran maquinaria de medios, televisiones, para enviar sus mensajes, pero les hemos ganado de calle y lo siguen infravalorando. Bueno, pues seguiremos.

OP.- Usted ha afirmado que le acusan de fascista y hay quien le compara con Franco, ¿por qué? 

JC.- Me han llamado de todo. ¿Sabes por qué me comparan con Franco? Porque algunos son tan gilipollas que no pueden admitir que la izquierda de este país en Andalucía, el PSOE, actúa peor que Franco. Para los votantes de la izquierda es muy difícil aceptar que lo que se está haciendo es un completo régimen: clientelismo, jugar con el miedo, amenazas… Yo no he vivido la época de la Dictadura, la han vivido mis padres y, efectivamente, esto es igual: si tú opinas diferente a lo que ellos establecen que va en contra del paciente, o sobre los derechos relacionados con la justicia, educación…, te acribillan y te hacen auténticas barbaridades, desde mandarte a matones hasta amargarte la vida, difamarte en los medios, amenazarte… Muchos votantes de izquierda han visto con los vídeos y los datos que el sistema sanitario realmente funciona así… y ahora soy un fascista, no saben qué etiqueta ponerme.

Algunos son tan gilipollas que no pueden admitir que la izquierda de este país en Andalucía, el PSOE, actúa peor que Franco»

OP.- ¿Usted es de izquierdas?

JC.- Que va, no soy ni de izquierdas ni de derechas, no soy de ninguna ideología, no creo en ellas porque lo único que hacen es dividir a la sociedad. Hay quien me dice que yo hago política. Pues sí, con dos cojones, pero la hago siendo profesional. Lucho por lo mejor para mis pacientes, como ya hacen muchos. No creo en la política de partido, creo en las personas; ese es el gran fallo del sistema. Probablemente no se cambiará porque a todo el mundo le interesa mamar y estar en un partido. Lo que pretenden es dividir: hay personas que están convencidos de que la derecha salva a la sociedad… Lo único que hacen es discriminar a un color o a otro, no gobiernan para todos, ese es el gran error de este país. Tienes que gobernar por unos derechos básicos en los que todos estamos de acuerdo, lo que pasa es que la gente vende nuestros derechos por su sillón y sus intereses. El mundo se mueve por sexo, dinero y poder.

OP.- El personaje de Spiriman surgió en el seno de la fundación pero como defensor de la sanidad pública en 2016. Sin embargo, según usted, ¿cuándo comenzó el saqueo en la sanidad pública?

JC.- Empecé la residencia en el hospital comarcal de Motril el 2002. Entonces había libertad a la hora de ejercer la medicina como yo quería, decidía qué hacer con un paciente. A partir del 2005-2006 empezó a decaer, se ha gestado una privatización de los servicios sanitarios puesto en marcha por el gobierno español, PP y PSOE, aunque en Andalucía siempre hemos estado gobernados por los mismos. Sólo tres años después de empezar ya me exigían recetar genéricos, me limitaban las pruebas diagnósticas que pedía, pagaban menos por esto, nacen las unidades de gestión… Les han quitado el poder a los médicos, a los jefes de servicio. Todo eso hace que la sanidad pública funcione mal para que se demore más y, al final, se privatice. Un gran negocio para el poder político, los que manejan ahora la sanidad.

OP.- Rulan sus vídeos y el de otros colegas. En uno de esos vídeos, un compañero sanitario, no sé si afín o no a usted, afirmaba que recibían indicaciones para suprimir tratamientos a personas mayores y que los médicos accedían a ello porque tenían hipotecas e hijos estudiando… ¿No les convierte eso en cómplices e incluso en algo peor?

JC.- A ver…, desde que yo salí en los primeros vídeos hace un año hay personas que se han lanzado también a hacerlo. Hay quien no entiende que esto no es un problema de los profesionales. La sanidad pública es de todos. En Granada se crearon dos plataformas a las que siempre dije que yo no iba a pertenecer. Pedí el permiso para las manifestaciones porque los ciudadanos me han llevado en volandas. Siempre hemos dicho que esto era una marea ciudadana, no blanca, como han hecho los profesionales en Madrid simplemente para salvaguardar sus derechos. El corporativismo es la lacra de una sociedad. Una mayoría de médicos y profesionales sanitarios han sido cómplices de esto y a mí me acarreado hasta denuncias en el Colegio de Médicos por vídeos contra estos profesionales sanitarios que no he retirado. El problema está en la raíz. El mundo funciona por sexo, poder y dinero, nada más y veo verdaderas barbaridades. Hay políticos que son gentuza.

OP.- Pero para Spiriman, un doctor que haya suprimido un tratamiento…

JC.- Para mí es un cobarde. Ha habido gente que ahora sale en vídeos conmigo y han denunciado a sus jefes que les han puteado vivos. Hay otra gente que dice que lucha desde la trinchera y no luchan, están acomodados, trabajan muy poco porque en la sanidad pública el que quiere puede trabajar muy poco, y muchos lo compatibilizan con la privada. No se dan cuenta de que han sido cómplices y que han contribuido a la perversión de este sistema.

OP.- Para que quede claro, ¿usted alguna vez ha suprimido algún tratamiento o ha recortado en algún sentido, por interés propio y de su familia, por no cobrar menos?

JC.- En la puta vida. El precio de eso es que te enfrentes a la gente y nadie quiere enfrentarse a sus compañeros. Por eso me fui a urgencias, allí por lo menos receto lo que me sale de las narices y si viene mi jefe, no afecta al grupo como pasa en los centros de salud, afecta a mi productividad. Si uno se sale de los objetivos del grupo, se le deja en evidencia. Eso es una cabronada, de ser cobardes. Yo he informado a la población e intentan amputar el movimiento de protesta, pero la gente ya se ha envalentonado. Los profesionales son cómplices pero los ciudadanos también, hablan mucho, pero pocos ponen una reclamación.

OP.- ¿Cuál es su relación actual con el Colegio de Médicos de Granada y con el resto de instituciones médicas?

JC.- Malísima. Le tengo un aprecio tremendo al presidente del Colegio de Granada, un ginecólogo que luchó a mi lado cuando empezamos siendo él jefe del materno infantil. Al anterior presidente le dije que no tenía vergüenza y no se presentó a la reelección, entonces animé a este médico ginecólogo a que se presentara. Es cierto que el colegio va a por mí pero porque el colegio andaluz y nacional, que están formados en gran parte por sinvergüenzas, les obliga. Los colegios están prostituidos, están en connivencia con la Administración. Tengo varios expedientes abiertos, que me abran mil si quieren. Es verdad que el actual presidente del colegio de Granada me ha apoyado y está siendo muy criticado y atacado, pero intenta cambiar la filosofía de lo que debe hacer este órgano, que ha de defender los derechos del paciente. Cuando el médico alerta de que se atacan los derechos del paciente, el colegio le deja solo, le sanciona, inhabilita… Le ha pasado a muchos médicos que, desgraciadamente, se han tenido que jubilar, dejar la medicina o han mandado a tomar por culo su carrera. Muchos lo han pasado muy mal.

OP.- No era su vocación, ¿se plantea en serio dejar la medicina?

JC.- No, yo la dejaré si la gente no cambia las cosas. Me han puesto la etiqueta de líder, pero yo dije: o cambiamos esto de raíz o me voy. La gente respondió y para adelante. No quiero trabajar en un sitio en el que lo que hacen es lamer culos y chupar pollas, como decimos en Granada. Yo no vendo mi dignidad y mi decencia a nadie.

OP.- ¿Con todo lo que está aconteciendo le pesa ir a trabajar a urgencias?

JC.- El trabajo en urgencias es de los más duros que hay en la medicina, como ser cirujano o intensivistas, por el volumen, las presiones y las decisiones que tienes que tomar. Ha sido duro porque los ataques han tenido lugar ahí, me han puesto zancadillas en mi sitio de trabajo. Lo he contrarrestado grabando vídeos mientras trabajo. Así he avisado a muchos de que no me importa nombrarlos y atacarlos. Me han abierto expedientes pero ninguno me ha llevado a los juzgados porque son unos cagados. Han hecho barbaridades para intentar desprestigiarme movidos por sus jefes, por el gerente y la presidenta. Ha sido duro pero a la vez bonito; es como tener un ejército, me cuesta trabajar porque me piden fotos, algunos a pique del desmayo… como si fuera un famoso.

OP.- ¿Alguna decepción importante en este camino?

JC.- Muchísimas. He perdido a muchos amigos, pero he ganado otros nuevos grandísimos. Siempre digo que todo esto ha merecido la pena al darte cuenta de muchas cosas. Lo que yo he vivido es muy difícil que otros lo vivan. A mi mujer se lo digo, supone un esfuerzo psicológico y físico tremendo, pero te das cuenta de lo que realmente vale la vida. He tenido nueve compañeros en urgencias que me han arropado de forma bestial, me han cubierto, respaldado… Este año no lo olvidaremos, me he hartado de llorar, estallaba, enfados… Ha habido una guerra civil interna acojonante en todos los hospitales. He expuesto todo lo que hay en el sistema y a mí me han llevado al límite y yo he llevado a todo el mundo al límite.

Ha habido una guerra civil interna acojonante en todos los hospitales. He expuesto todo lo que hay en el sistema y a mí me han llevado al límite y yo he llevado a todo el mundo al límite»

OP.- ¿Cómo debe ser un médico?

JC.- Un médico debe ser humano y así hay muy pocos. Muchos médicos no deberían serlo. Le medicina es una de las profesiones más humanas, tratas con el dolor de la gente, eso es duro y muy cansino. Hay quien no tiene sentimientos, no lo pasa mal cuando se le muere un paciente. Dicen que te tienes que hacer un muro, ¡qué coño! Es bonito recibir el dolor de alguien, aunque esté sufriendo te tienes que acercar a él, ser humano y fuerte. No todo el mundo sirve para eso. Si te vuelves frío para que no te afecten los sentimientos, no sirves para esto; vete a un laboratorio. Hay quien se siente maltratado por los médicos porque son verdaderos muros porque no saben empatizar con el paciente. Eso es algo obligatorio, a mí me lo enseñaron mis maestros de la medicina, los catedráticos que tanto critica la gente. No hice medicina por vocación, eso es una auténtica mentira. Los que dicen eso son los peores, los veo día a día con los pacientes y pienso que les falta un hervor cuando su paciente necesita que le den la mano. Yo me he puesto a llorar con pacientes y no pasa nada. Me alegro de haber tenido en esta lucha a mi lado a los médicos que los usuarios quieren tener si caen enfermos, no a los que piensan: opero, opero, opero porque quiero ir a jugar al golf o me compro este coche.

OP.- ¿Los usuarios y pacientes deben sentir miedo?

JC.- Mucho, deben sentir mucho miedo porque van a acabar con una sanidad que tendrán que pagar y a lo mejor no van a poder hacerlo. Hay hospitales que no tienen oncólogos, diagnostican a la gente con metástasis, te dan cita para seis meses, como en el Hospital de Punta Europa (Algeciras) porque está todo privatizado. No hay los medios que debería haber. En Granada hay una sanidad de mucha calidad, era pionera en España, y no la vamos a perder. En otros sitios ya están acostumbrados y se van a lo privado. Lo están haciendo muy bien: recortan medios para que sientan la necesidad de pagar un seguro. Yo siempre digo: en Granada, no.

OP.- ¿Le pregunto por los sindicatos?

JC.- Me puedes preguntar. Son todos unos mierdas vendidos. Ha habido una cantidad de bajas en los sindicatos alucinante. Les dije lo que podían hacer y me traicionaron de cara a toda la población. Se creían que mis vídeos no los veía nadie. Se llevaron un hostiazo… Siempre hablé con todos, me traicionaron todos los partidos políticos y los sindicatos y les llamé de todo en las redes. No defienden los derechos de los trabajadores ni los intereses de los pacientes, defienden su subvención para seguir sin trabajar otro año más, personas que llevan diez y quince años liberados. Los afiliados no han tenido la valentía de echar a los sindicalistas vendidos. Algunos me comentan que están afiliados a un sindicato, pero que son unos sinvergüenzas. ¿Por qué no les dicen que se vayan? ¿Por qué no te borras? Pues que hagan lo que quieran, yo nunca he estado afiliado a un sindicato.

 OP.- Pasa de partidos políticos, aunque hace referencias a otros temas como la independencia de Cataluña. ¿Se plantea dar el salto y denunciar irregularidades e injusticias en otras áreas diferentes a la de la sanidad? ¿Pretende erigirse como un icono de la opinión?

JC.- Yo no pretendo erigirme de nada. Mi vocación es ayudar y mi tiempo libre lo dedico a la ONG que creé para ayudar a unos niños. Le doy voz a la gente que me lo pide y ellos hablan. Si tengo tiempo, haré lo que pueda. Siempre intento ayudar cuando me llaman. Para mí, mi mujer y mis hijos son mi prioridad; a mis amigos los necesito. A nivel individual no puedo resolver los problemas de la gente, esos problemas se pueden evitar cuando todos nos unimos y luchamos, aportamos nuestro granito de arena. Yo soy médico y tengo una familia. No voy a montar ningún partido político ni nada, voy a seguir siendo lo que soy. Si no cambia el sistema, visitaré los colegios con el Spiribol, abriré un kiosco o una cafetería.

OP.- “Y no me asustan los tribunales. Por algo será”… afirma en uno de sus vídeos. ¿A qué se debe?

JC.- Porque el viceconsejero ya me ha llevado a los tribunales y lo han archivado. No me asusta porque yo provoco. Llamo hija de puta a la presidenta deseando que tenga la decencia de ponerme una querella para demostrarle al juez por qué es una verdadera hija de puta, que es igual a una mala persona. La justicia también está corrompida. No me dan miedo los tribunales porque no lucho por poder, yo lucho por los derechos que nos han quitado. Me han denunciado y me van a denunciar y no me dan miedo, los sinvergüenzas son ellos. Ya hemos presentado varias denuncias en la Fiscalía y no voy a parar, iré hasta el final. Intentan amedrentar con los tribunales y la justicia. Mucha gente me escribe y me dice: ‘No les hables así que esos son muy malos’. Pero, ¿a qué tenéis miedo?

Tengo miedo de que le pase algo a alguien de mi familia, a tener mala suerte. Soy una persona que tiene fe, creo en Dios. Tengo miedo a una enfermedad, un accidente, que pase una desgracia, a  lo que de vedad tenemos que tenerle miedo»

OP.- ¿A qué tiene miedo?

JC.- ¿Yo, miedo? ¿Te lo digo?

OP.- Sí.

JC.- Tengo miedo a que le pase algo a alguien de mi familia, a tener mala suerte. Soy una persona que tiene fe, creo en Dios. Tengo miedo a una enfermedad, un accidente, que pase una desgracia, a  lo que de vedad tenemos que tenerle miedo, a que le pase algo a un ser querido. También me da un miedo espantoso a las alturas, a darle ideas a los malos, nunca sabré hasta dónde pueden llegar. A lo demás… 

OP.- ¿Tiene miedo a defraudar, a no responder a las expectativas de las personas que le siguen?

JC.- No, que va, no se me ha pasado por la cabeza. Eso querría decir que busco algo, y yo no busco nada. He sufrido tantísimos ataques, han dicho de mí tantas cosas, que no me importa lo que piensen de mí. No puedo ayudar a resolver los problemas de la gente, puedo ayudar a hacer ver que los problemas se resuelven entre todos. Yo soy así, no hago las cosas por agradar a todos, entonces no voy a defraudar porque ya he defraudado a quienes creía que eran amigos míos solo por expresarme como soy, y me he alegrado. La gente tiene miedo a perder algo que es una completa hipocresía, tienen miedo a expresar sus sentimientos por temor a que le señalen. Es bonito que te señalen. Tengo ya 118.000 seguidores, esto no se está desinflando. Debemos romper estereotipos que nos han llevado a ser una sociedad superficial en la que expresar sentimientos, mostrarte como eres realmente, te lleva a ser un loco. Como médico en la vida real vivo situaciones muy estresantes y muy jodidas, cuando tratas a la gente con humanidad y te muestras como un libro abierto, lo único que recibes es amor y cariño lo que te aporta una fuerza enorme.

 


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Maria Luisa Parra

Periodista. En twitter @MLPARRAGARCIA

9 comentarios en «Spiriman, el médico de urgencias que escuece a la Administración: «Soy un tío normal»»

  • ¡Bravo por Jesus Candel! A esperar que todos los denunciados, Martin Blanco, Manuel Gonzalez, Jose Luis Martinez, Emilia Martinez Martinez y todos estos presuntos delincuentes paguen sus delitos contra la salud publica con su inhabilitacion y años en prision

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  • Ole olé, qué alegría me da leer esta entrevista a Jesus Candel en otro periodismo esta entrevista son las que nos hacen libres,ojalá que todos los profesionales de la sanidad andaluza le ayuden y que los usuarios dejemos de una vez por todas de hablar en los bares y salgamos a la calle a parar las injusticias que nos hacen todos los políticos

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  • Ole tus huevos, y ole a lo que estas consiguiendo, ánimo que cada vez la gente se atreverá a seguirte y denunciar la podredumbre que nos rodea. Necesitamos mucha gente como tu, por desgracia no todos tenemos los arrestos o fuerza mental para actuar como nos exigen las circunstancias.
    yeah!! pero yeaahh!!!

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  • Siempre mil gracias JESUS Candel por abrinos los ojos y destapar tanta y tanta mierda. YEEAAHH

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  • Pero qué par de cojones tienes, y hablo así porque es la forma que tengo de decir que eres único y que yo, aunque no pueda salir a manifestarme, doy mucha guerra en las redes.
    Me siento muy orgullosa de ti como persona y como médico, y si hubiera más profesionales como tú otro gallo cantaría.
    Tu lucha, es la lucha de muchos granadinos, así que vamos para adelante.
    Y si decides abrir un kiosco, yo te haré la publicidad, porque tú lucha es la mía.
    Mil gracias por esta estupenda entrevista y por ser una persona digna, honrada y leal.
    Gracias Jesús.

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  • Jesus muchas gracias por ser como eres ,y muchas gracias por tu tesón y aguante ante todo lo que te están haciendo, que también nos lo hacen a nosotros, pero tu eres el que da la cara por todos,el que se irrita, el que se indigna ,el que se Cabrera y el que resuelve que Dios te siga guiando y cuidando a ti y a los tuyos yeahh

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  • he oido por internet que trata muy mal a sus compañeras, medicas enfermeras o auxiliares en plan machista.si alguien tiene informacion que la pase por favor.yo creo que el trabajo de denuncia que hace es fabuloso pero hay cosas que no me cuadran.hace varios dias denuncio las redes de pederastia del pais vasco y solo nombro a un miembro del partido socialista.la informacion en la que el se basaba la habia leido yo y espero que mucha gente y el informante hablo de personas del pnv pp policias fiscales y jueces entonces por que solo hablo del psoe? . habla y habla denunciando cosas que pasan desde siempre y que son el adn de la democracia española cosa que le alabo porque es valiente y ademas dice la verdad pero ayer llamo al voto nulo.en los votos nulos ganan siempre las derechas.dijo como que pp y podemos son iguales y ahi veo una manipulacion de la realidad puesto que podemos esta luchando codo con codo con el pueblo por defender sus derechos. eso es lo que me hace pensar si no estara dirigido por otros. un saludo

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