La pobreza mata
Me hago eco de un artículo publicado por Antonio Rodríguez en el digital orensano laregion.es, donde informa de la situación de pobreza en la que vivía una mujer de 66 años que presuntamente se suicidó tras asesinar a su hijo tetrapléjico de 45:
«Julia Jiménez Jiménez (66 años), la vecina de la avenida de Portugal de la ciudad que se quitó la vida tras matar a su hijo, de 45 años, -estaba tetrapléjico en el centro asistencial para mayores dependientes de Barrocás-, vivía prácticamente en la miseria. Salía adelante con la ayuda de Cáritas y el dinero, además de comida, que le facilitan cuatro familias de inmigrantes marroquíes y el gerente del kebab Lamizan, Rami Merie, natural de Jordania, a los que recurría en los últimos años cuando «se veía desesperada».
«La Policía Nacional investiga ambas muertes, centrando las pesquisas en la de su hijo, Antonio Javier Fernández Jiménez, alias Tarzanín, con un amplio historial delictivo a sus espaldas. Pero las personas que solían ayudar a Julia Jiménez tienen claro lo que ha pasado: puso fin a su vida cansada de tanta pobreza y sufrimiento y no quería dejar solo a su hijo”.
Esto está pasando en 2020. No son hechos ocurridos hace siglos donde la pobreza podía verse como algo normal.
La pobreza y que se eviten, o al menos se reduzcan, casos como el de esa noticia solo se puede conseguir si nuestros gobernantes empiezan a adoptar medidas que aseguren una vida digna.
En España tenemos, según datos del SEPE, 600.000 hogares sin ningún ingreso»
Se debe de garantizar y blindar unas pensiones que aseguren un dinero suficiente a todo pensionista.
Se necesita implantar, de forma urgente, el Ingreso Mínimo Vital. En España tenemos, según datos del SEPE, 600.000 hogares sin ningún ingreso.
Y, si es posible, ampliar ese Ingreso Mínimo Vital para toda persona desempleada vinculado a un Plan Estatal de Empleo y Actividad con el objetivo de reducir el paro a niveles de «pleno empleo».
No se pueden dejar colectivos, como nuestros jóvenes, sin trabajo o las 250.000 personas desempleadas mayores de 52 años sin empleo y sin derecho al subsidio +52 por no cumplir algún requisito.
Al año se producen en España aproximadamente 3.600 suicidios, de ellos unos 1.200 por no tener recursos económicos suficientes (paro, desahucios, no poder pasar pensión alimenticia…)»
Con voluntad política hay cientos de trabajos y actividades que se pueden hacer sin explotar a las personas desempleadas ni destruir empleo.
Necesitamos unos gobernantes que aseguren ingresos suficientes a las personas y familias para evitar situaciones como las de esta noticia. Al año se producen en España aproximadamente 3.600 suicidios, de ellos unos 1.200 por no tener recursos económicos suficientes (paro, desahucios, no poder pasar pensión alimenticia…).
Joaquín García Martín. Presidente Asociación Víctimas del Paro.
Revista de información social y comprometida.
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